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martes, 23 de abril de 2019

Una película de mi vida

     Si algún guionista quisiera hacer una película de mi vida, seguramente perdería dinero, o tal vez se coronaría por idear la película más triste y cutre de la historia. Posiblemente se hiciera con muy poco presupuesto, actores malísimos, cromas mal montados, luces al estilo de las películas de vaqueros y un doblaje pésimo.
    Quizás le escriba a la nada porque una parte de mí sigue esperando ese milagro mágico que me haga tener éxito con algo, y suena en mi cabeza una vocecita que narra lo que hago como una película típica de comedia romántica, pero la realidad no tiene nada que ver con eso.

     Tengo 12€ en mi cuenta, si no me mantiene mi novio me mantendrían mis padres.
    Debo unos 50€ a un amigo que, además, es dueño de uno de mis dos gatos que me acompañan hasta en el baño.
    Cualquier cosa que pasa me molesta, me frustra o me pone de mal humor, pero se me quita solo si no me dicen nada más.
     Me encanta el metal pero en la ducha me pongo "Con Calma" para bailar.

   Soy muchas cosas pero "constante no es una de ellas". Aún así, tengo 2 ciclos superiores y tropecientos cursos... y bastante experiencia laboral para mi edad hoy en día, llevo trabajando desde los 17. A principios de año se me ocurrió trabajar ese problemilla con un miniproyecto sacando una foto al día... no ha terminado el 4º mes y me está costando una barbaridad.

    Pienso muchas cosas que no me caben en un blog, ni en mis palabras, pero lo que tengo claro es que el éxito no viene solo, y tal vez ni siquiera tenga que alcanzarlo. Puede que simplemente deba dejar de obsesionarme con ello y ser una persona más del montón con una vida cualquiera. Puede que no esté tan mal no destacar especialmente en nada. Puede que la felicidad esté ahí, en la sencillez de simplemente vivir el día a día y no obsesionarse con nada más... la verdad es que no lo sé.

      Cada uno es lo que quiere ser... y yo?

lunes, 22 de abril de 2019

Novedades

Hacía tanto tiempo que no entraba en el blog que incluso olvidé cómo se hacía y qué cuenta usaba...


  • Volví de Barcelona el año pasado. Mi novio consiguió trabajo en Tenerife y me lo dijo el mismo fin de semana de mi cumpleaños. Habíamos venido para pasar mi cumple con mi familia, y nada más lo supe decidí perder el pasaje de vuelta y me quedé. Compré uno de ida un día y vuelta al siguiente para traer a Qwerty y no volví más.
  • Decidimos adoptar a otro gatito para que Qwerty tuviese con quien jugar mientras no estábamos en casa... Esa nueva gata, Sylvana, había llegado de la calle el día anterior de la adopción, nadie nos dijo nada, no sé bien aún de quién fue la culpa o qué pasó, pero a las 2 semanas Qwerty falleció de un día para el otro y bastante enfermo.
  • Me apunté a un curso de terapia para tratar de curar mi depresión, y al menos me sirvió para superar la muerte de mi bebé y para querer más que a nada a mi nena.
  • Me he vuelto a mudar a otro piso en la zona sur, un lugar donde siempre hace buen tiempo, y parece que algunas cosas empiezan a mejora.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Hijos de otro tipo

Siempre he pensado que el límite de mi vida profesional lo podrían tener mis posibles futuros hijos, aquellos que podía decidir no tener. Creo que todas las personas necesitamos traer algo al mundo que, de alguna manera, deje huella, un legado... para mí eso no eran niños, era un proyecto que soñaba que se hiciera realidad... pero no lo he conseguido.

No sé cómo se sentirán todas esas mujeres que intentan tener hijos, una vez tras otra sin conseguirlo, pero imagino que debe ser algo parecido. Es dejarte la piel en algo, toda la ilusión que pueda albergar dentro de ti para crear un pequeño ser que, a su manera y con tu ayuda, poco a poco irá creciendo e iluminando el mundo por el que pase... es tener el corazón lleno de esperanza para que después no salga y sólo queda resignarte. 



La diferencia es que es más fácil que los demás te apoyen cuando se trata de bebés, pero cuando se trata de una empresa, un negocio, un proyecto para un futuro profesional, ya no hay tanto apoyo, ya es "una locura" la mitad del tiempo y un "no lo conseguirás" la otra mitad. Son contadas las personas que apuestan por ti y, por lo general, diría que no es necesario que nadie te dé su bendición para que hagas lo que quieres y lo que sientes, pero yo soy débil y me he dado cuenta de que lo necesito.

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En fin, creía que el problema serían los hijos, pero el problema soy yo directamente. Yo me pongo los límites, las barreras, los obstáculos y carezco de voluntad, constancia, actitud, fuerza. 

Y porque no sé querer. Aquello que me da vida me la quita. He descubierto, por cosas de la vida y del destino, que soy mucho más productiva sin él, y ha coincidido que el fin de mi proyecto ha sido el principio de una nueva vida juntos. No tengo claro entonces si mi problema es no tener ya una meta, un objetivo final que me motive a seguir y a establecer un camino por el que ir, o si es que el mismo amor me absorbe de mala manera y no lo sé controlar, me dejo llevar, y al final pasará la vida sin que yo haga nada...

Necesito un hijo, pero de otro tipo

Cada uno es lo que quiere ser

viernes, 22 de septiembre de 2017

Me apetecen Tortitas

Estoy en Barcelona, no hay más vuelta.

  Son las 3 de la tarde de mi primer viernes aquí y es un día de Septiembre bastante oscuro, llueve y hay relámpagos. Estoy segura de que en Tenerife debe hacer un tiempo maravilloso.

Llegué el miércoles por la noche con mi gato, tras un largo día de viaje y muchos nervios. Parecía que mi pequeño bebé lo entendía así que se portó lo mejor que supo y a penas se movió ni se quejó demasiado. 

Aún tengo la habitación patas arriba, con ropa mía por todas partes y la maleta a medio deshacer. Llevo todo el día moviendo muebles y limpiando la habitación que, por suerte, es la más grande de la casa y da hacia el balcón, así que Qwerty puede entrar y salir tranquilamente cuando quiera. Realmente estamos bien.

A penas he comido algo ayer, y hoy ni siquiera he empezado con el almuerzo, pero me apetecen tortitas.

Paso y repaso las ofertas de empleo de diseño gráfico, las leo, y 8 de cada 9 piden requisitos que cumplo de sobra y la décima la descarto por ser prácticas no remuneradas o quedar demasiado lejos. Envío y envío currículum sin respuesta. He hecho 3 diferentes y he editado otro, pero el que contesta una vez ya no vuelve para decirme que he pasado el siguiente proceso de selección. Hay algo que no les gusta, que ven mal o que no terminan de ver. Sinceramente no creo que sea tan mala, aunque ahora mismo no sea el mejor momento para opinar ni para demostrar mi valía.

Estoy bloqueada, completamente, nada me gusta y todo lo veo feo o mal. Tengo un vídeo a medio editar y no hay forma de que consiga la imagen perfecta o el plano adecuado para poder hacer un vídeo como los otros, impactante y divertido, de una batucada que se mueve y que mueve a los demás. Esta vez, no consigo la sintonía idónea para que aquel que se siente en su silla tras la pantalla termine bailando así sea moviendo sólo los hombros o con una sonrisa. Ahora mismo no consigo ese efecto ni logro sacar del material que tengo el plano perfecto.

Me apetecen tortitas, a pesar de que sé que no es un almuerzo apropiado y que tengo que obligarme a comer mucho mejor, y sobretodo cuidar la dieta de mi muchachito, para que esté sano y bien para irse a trabajar, sobre todo ahora que camina tanto.

Me apetecen tortitas porque siempre ha sido algo que me ha animado. Me gustan mucho, y creo que para un día como este hace faltita levantarme el ánimo de alguna manera.

Estoy en Barcelona, y acabo de llegar. Lo hecho hecho está, estoy más cerca de Francia que es lo que siempre he querido, pero por alguna razón esto no me llena, y acabo de llegar...

Me apetecen tortitas

jueves, 2 de junio de 2016

Hay muchas cosas de mi vida o de mi día a día que no me gustas o que quisiera cambiar desesperadamente... pero 5 minutos a tu lado hacen que absolutamente todo sea perfecto el resto del día

Eres mi vida

miércoles, 27 de enero de 2016

:)

-¿Estás bien? ¿qué te pasa?
Y se me estremeció todo el cuerpo como cuando te dan una mala noticia y debes aguantar ahí el tipo como buenamente se puede.

Con un nudo en la garganta que a penas me dejaba trabar, las palabras se atascaron y no me salían
-¿No me lo quieres contar?
Y con esa mirada yo ya sabía lo que pensaba: que no confiaba en él.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Sabía que eras el amor de mi vida

Hoy estoy algo más cursi de lo normal, pero es que no he dejado ni un sólo día de sentir lo que sentía el primero. Dentro de poco, hace 5 meses que salimos en serio, poco más de un año desde la primera cita, y siento el mismo cosquilleo que el minuto 1 de aquel día que te dije de quedar y esperaba impaciente a que llegaras a las escaleras del cine. Entonces y ahora me has parecido el chico más guapo de La Tierra... y el más perfecto.

Soñar con envejecer a tu lado, tener toda una vida juntos. Imaginarme estas cosas sólo me ha pasado una vez más, y el futuro que veía nunca me convenció del todo. Ésta vez es diferente, ésta vez es la primera que me lo imagino y de verdad me agrada que pueda llegar a ser así.

Dejarse llevar, no pensar en nada, disfrutar de todos los momentos que me regala, dejar que pase el tiempo y mañana poder decir "Sabía que eras el amor de mi vida"


Cada uno es lo que quiere ser
   Y yo quiero ser tuya siempre