Después de todo el verano volvemos a las clases, y con ellas, los recuerdos...
Primer día de clase y hablando con algunos amigos y conocidos de muchas cosas, llegamos a la parte de las historias inventadas. En ese momento, la chica sentada junto a mí me mira y me dice con curiosidad "¿tú escribes una historia sobre un libro mágico y unos chicos?", la pregunta me cojió por sorpresa, no me la esperaba, y lo afirmé con un poco de duda. Resulta ser, que ella había visto mi blog anterior, había leído un capítulo de mi historia -Relatos de verano- y por lo visto le había gustado. Yo a ella nunca le enseñé mi blog directamente, no como a otras personas, y lo había visto. Todo esto me hizo darme cuenta de que internet es enorme, que hay mucha gente que navega y busca mil cosas, y puede que más de una halla encontrado mi blog y lea algo, por poco que sea, y le guste pero que no comente. Y sinceramente, me ha dado ánimos para seguir escribiendo, sin sentir que todo esto queda en este trocito de internet que se me ha regalado y que lo que escribo no es solo para mí.
Por ello, quiero dedicarle esta entrada a esa chica que me devolvió la fé en mí misma, en lo que hago, en lo que me gusta hacer. Me dió el empujón que necesitaba para seguir con esto y sin darse cuenta, con una sencilla e inocente pregunta, pero que personalmente lo ha sido todo. Por ello, GRACIAS.
PD: Seguiré escribiendo sobre temas varios, intentaré recuperar aquella historia, y me inventaré otros pequeños relatos. Este, vuelve a ser nuestro blog
