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domingo, 26 de febrero de 2012

Popularidad

   Siempre me ha llamado la atención esa forma de ver el instituto de las películas americanas y siempre he tratado de asociarla a lo que para mí es "la vida real", es decir, lo que yo viví como instituto. Es cierto que siempre están los llamados -populares- por el simple hecho de que son a quienes todos conocen, pero la separación de "clases sociales" no es tan intensificada, yo al menos, no era popular aunque conocía a muchísima gente, y tampoco se me trataba mal por el hecho de ser friky.

    He visto la película "un pardillo encantador". Para quien no sepa cual es, diré como referencia que es una de la últimas apuestas de Disney para conseguir un público infantil. Esta vez, se trataba del supuesto friky (las películas no saben muy bien lo que es ser friky con ganas) que pretendía ganar un concurso de cortometrajes, y para ello, escogía a una de las más populares del último curso y hacía con ella una especie de documental sobre la popularidad. Como no, la película acabó con la chica que no era tan diva ni tan mala y al final, como no, se enamoran y acaba un final de cuento.

   Quisiera hacer una película real, sobre la popularidad real de mi entorno. En lo que llevo tiempo fijándome es en el cómo el instituto cambia a una persona y el cómo en un verano ésta busca la manera de ser aceptada al curso siguiente así que he seguido dos casos lo más cerca que he podido sin implicarme con ninguno.
   Ambos casos eran chicas, del mismo curso. Me fijé en ellas porque me parecieron las más llamativas de los menos vistos, o sea, las más menospreciadas. El físico siempre cuenta en esta sociedad que nos inculca los medios de comunicación y ninguna de ellas corresponde al estereotipo; una se escondía detrás de sus gafas y de sus carpetas, de la otra se alejaban por su risa extravagante y sus excentricidades. La primera comenzó a maquillarse, con gafas de color a juego con la ropa y sus tacones, y pasó de esconderse detrás de las carpetas a andar erguida y con seguridad, siempre con un bolso. La segunda consiguió novio, un chico muy apagadito y prácticamente solo, de manera que juntos se complementaron apagando él las excentricidades de ella y avivando ella un poco el ánimo de él.

   Ahora cada una se integra por completo en un grupo, cada una ha solucionado esos pequeños "defectos" que las hacían no estar dentro de lo aceptado y ahora se sienten bien consigo mismas, aunque una tenga que maquillarse y peinarse todas las mañanas, y la otra tenga que reprimir sus carcajadas... no sé si me seguís.


   Dejo en esta ocasión una conclusión abierta, en la que cada uno mire a su alrededor y piense el por qué es necesario que uno mismo cambie para ser aceptado, en lugar de aceptarse a sí mismo tal y como es. Por suerte o por desgracia, no estuve en ese cambio, ni en la mente de las chicas, por lo que no sé si están o no a gusto consigo mismas. Por fuera parece que sí, pero por dentro nunca se sabe.


Cada quien es lo que quiere ser
   (nunca en otra entrada esta frase tuvo tanto sentido)

lunes, 13 de febrero de 2012

El mito Michael Jackson

Es un poco largo pero merece la pena.

Para quien no lo sepa, en 1974 se estrenó la película "El principito" en donde el famoso coreógrafo Bob Fosse interpretó la figura de una serpiente y para ello, creó diversos pasos y movimientos adecuados al personaje.

En este momento los Jackson Five hacían su entrada en el mundo del espectáculo, y por lo visto al pequeño Michael se gustó esta película bastante y se dedicó a perfeccionar y exaltar los movimientos de Fosse, incluso su vestuario.

Algunos lo llaman copia, otros inspiración. Para quién no lo supiera, ya puede opinar.