Hay muchas cosas de mi vida o de mi día a día que no me gustas o que quisiera cambiar desesperadamente... pero 5 minutos a tu lado hacen que absolutamente todo sea perfecto el resto del día
-¿Estás bien? ¿qué te pasa?
Y se me estremeció todo el cuerpo como cuando te dan una mala noticia y debes aguantar ahí el tipo como buenamente se puede.
Con un nudo en la garganta que a penas me dejaba trabar, las palabras se atascaron y no me salían
-¿No me lo quieres contar?
Y con esa mirada yo ya sabía lo que pensaba: que no confiaba en él.